Oscar 2020: ‘Parásitos’ hace historia con subtítulos
La retorcida fábula social de Bong Joon-ho completa en Hollywood su incontestable carrera conquistando premios, crítica y público. Vivimos en una sociedad.
Por Daniel de Partearroyo
10 de febrero de 2020
Caía la lluvia a mares sobre Los Ángeles. Pero no se percibió durante la alfombra roja de los Oscar 2020 porque decenas de trabajadores del Dolby Theatre se deslomaron durante horas tapando goteras con cubos envueltos en terciopelo rojo (para no desentonar) y achicando el agua acumulada sobre el toldo que cubría a las mayores estrellas del cine mundial.
Era fácil pensar en la tormenta que quiebra Parásitos, en su retrato de la desigualdad social y las burbujas del capitalismo más asfixiante. Una interesante manera de anticipar lo que iba a traernos la noche: el triunfo absoluto de la película de Bong Joon-ho, que se llevó cuatro Oscar: mejor película, mejor dirección, mejor guion original y mejor película internacional.
Es la primera vez que una película no hablada en inglés (se supone que la francesa The Artist, por silente, no cuenta) gana el máximo galardón de los Oscar.
La de Parásitos es victoria incontestable que supone un acontecimiento histórico para el cine coreano y una apertura de miras inaudita para la Academia de Hollywood. Que haya hecho falta multiplicar considerablemente sus miembros y diversidad étnica para que la gente se animara a ver una película subtitulada ya es tema para futuras reflexiones, después de celebrarlo soju en boca como se merece.
Volvamos a recordar el principio de la gala. Janelle Monáe, siempre la persona más talentosa de cualquier habitación, empezó amenizando la velada con un número musical tan desbordante como cualquiera de los suyos; y mejor que todos los que estaban por venir. La cantante y actriz empezó vestida como Mr. Rogers y acabó bajo un manto de flores como el de Florence Pugh en Midsommar, pasando el micro a las primeras filas, donde Brad Pitt fue el más motivado (no esperábamos menos).
Justo después, el actor con de-aging natural incorporado, subió a recoger su esperado premio de mejor actor de reparto por Érase una vez en Hollywood. Después de abrazarse con Leonardo DiCaprio, con un discurso más comedido que los que venía haciendo últimamente, se acordó de los especialistas y dobles de acción, para quienes el personaje de Cliff Booth quizás haya hecho más que varios años de reclamaciones sobre sus condiciones laborales.
La conjura de Elsas internacionales cantando junto a Idina Menzel la Into the Unknown de Frozen II nos preparó para el jarro de agua fría (para beberla de manera divertida; gracias, Gisela) que cayó sobre Klaus cuando Toy Story 4 se hizo con el Oscar de mejor película de animación. No pasa nada, Sergio Pablos o Jérémy Clapin (director de ¿Dónde está mi cuerpo?), total, solo es la décima vez que Pixar gana esta estatuilla.
Diane Keaton y Keanu Reeves, recordando Cuando menos te lo esperas (alguien tenía que hacerlo), entregaron el primer premio de la noche a Parásitos. Bong se impuso a su fan Quentin Tarantino y subió por primera vez al escenario, acompañado de Sharon Choi, su inseparable traductora y auténtica MVP de la temporada de premios. Volvería a hacerlo en tres ocasiones más, incluida la de mejor película internacional (ya lo sentimos, Pedro) y mejor dirección.
Era la noche de Parásitos y Bong lo consiguió todo. Incluso que la platea entera aplaudiera a Martin Scorsese cuando el italoamericano celebró sinceramente que el coreano fuera acumulando estatuillas. Además de anhelar una sierra eléctrica con la que cortar la estatuilla para compartirla con sus compañeros (la violencia bizarra nunca va a faltar en la mente de un cineasta coreano), Bong también agradeció a Tarantino que, cuando sus películas no se veían en EE UU, él siempre las ponía en sus listas de lo mejor del año (¡sí, sirven para algo!).
Como tantas veces en la vida, hay que acordarse de Laura Dern. En este caso, celebrando su cumpleaños con el Oscar de mejor actriz de reparto por Historia de un matrimonio. Aunque ya sabía que nadie le iba a regalar nada tan chulo como la consagración como icono gay que le brindaron los Independent Spirit Awards la otra noche. Dedicó el premio a sus padres, Bruce Dern y Diane Ladd, sus héroes de la actuación.
En cuestión de representatividad: Taika Waititi ganó a Greta Gerwig en la categoría de mejor guion adaptado. A Mujercitas no le quedó más remedio que conformarse con el galardón de mejor diseño de vestuario, un must si la película es de época y está al frente Jacqueline Durran.
Cuando Maya Rudolph y Kristen Wiig salieron a entregar premios, como suele suceder, nos hicieron soñar con una gala que las tuviera de anfitrionas. Como eso no sucederá nunca (ni con Julia Louis-Dreyfus y Will Ferrell, el otro dúo de presentadores más inspirado de la noche), nos conformamos estas apariciones atesorables.