“Me extraditaron para callarme”: la respuesta de Mancuso a Leyva

 

La misiva es una respuesta a la carta enviada por el exministro el 19 de agosto al exparamilitar preso en EE. UU. y al exjefe de las Farc, Rodrigo Londoño, en la que les pidió aportar la verdad por cualquier medio. En la misma menciona al embajador Francisco Santos.

Mancuso le responde a Álvaro Leyva petición de contar toda la verdad  Mancuso le responde a Álvaro Leyva petición de contar toda la verdad | Colombia hoy Foto: Fotomontaje: SEMANA

El exministro y negociador del Acuerdo de Paz de La Habana, Álvaro Leyva, dio a conocer públicamente la carta que le envió en días pasados el exparamilitar Salvatore Mancuso, quien se encuentra preso en los Estados Unidos, a la espera de que se defina si es enviado a Italia o extraditado a Colombia.

En la misiva, el exjefe paramilitar le confirmó a Leyva que recibió la carta que este les envió el pasado 19 de agosto a él y al exjefe de las Farc, Rodrigo Londoño, en la que les pidió aportar la verdad por cualquier medio. No obstante, le indicó que en la misma “hay un error” debido a la sensación que deja de que no ha contado la verdad. “Eso es incorrecto. Si su invitación doctor Leyva es que siga contando y complementando esa verdad, le aseguro a usted, a todo el país y a las víctimas que así lo seguiré haciendo. Desde cuando me desmovilicé no he dejado de cumplir mis compromisos y mi único deseo es seguir haciéndolo hasta culminar los procesos transicionales”, escribió.

De esta manera, Salvatore Mancuso sostuvo que el país merece la verdad sobre todo lo ocurrido en el conflicto armado interno colombiano “contada por todos los que estuvimos inmersos en el mismo”, pero aseguró que a quienes no les interesa que se conozca la verdad tratan de intimidarlo y recordó las varias situaciones por las que ha pasado para no hablar como amenazas, torturas y persecución judicial. “Es por eso que se hace indispensable y necesario que las verdades sean conocidas en tiempo real, sin ediciones y sin limitaciones”, dijo.

De hecho, el exparamilitar aseveró en la misiva que para callarlo fue que lo extraditaron, luego de que relatara cómo colaboradores y funcionarios cercanos al Gobierno del expresidente Álvaro Uribe, como el embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos; el subdirector del DAS, José Miguel Narváez; el secretario de Gobierno de la Gobernación de Antioquia, Pedro Juan Moreno; entre otros, “fueron personas muy cercanas con las AUC”. “También narré lo referente a algunas situaciones que se presentaron con el mismo exmandatario Uribe y a pesar de todo esto, sumado a otras situaciones perpetradas en contra nuestra, seguimos y seguiremos honrando nuestro compromiso con las víctimas y la verdad”, indicó.

Por este motivo, manifestó que está dispuesto a comparecer ante la Comisión de la Verdad y agregó que desde hace varios días ha adelantado sus primeros actos de reconciliación con las comunidades étnicas y campesinas de departamentos como Antioquia, Chocó y Córdoba, esto junto a la comisionada Patricia Tobón Yagarí, organizaciones de víctimas, defensores de derechos humanos y comunidades étnicas. “Estoy preparado y listo para asistir a sesiones públicas, conjuntas, a través del medio que sea necesario con las personas que en el pasado confrontábamos en la guerra y con excompañeros de las AUC, quienes, como yo, están convencidos de que solo la verdad puede conducir a la transformación y construcción de una Colombia nueva”, aseveró en la carta.

Salvatore Mancuso expresó también que su amplia experiencia y conocimiento del conflicto armado en el país le permite cumplir con los requisitos necesarios para ser admitido en la JEP, además de que su deseo es luchar para que “se conozca la verdad íntegra que buscan las víctimas, la sociedad colombiana, la comunidad internacional y que es el espíritu, la esencia, la razón de ser de la Justicia Especial para la Paz”.

“Colombia no conoce la verdad, porque no hubo ni existe interés político de que esto ocurriera ni ocurra. Se rasgan las vestiduras exigiendo verdad, pero hipócritamente se impide la reconstrucción de la misma; se instrumentaliza la justicia como forma de venganza. El proceso de Justicia y Paz terminó siendo peor que un proceso ordinario, donde la transicionalidad brilla por su ausencia, esto no quiere decir tampoco que no ha sido exitosa en diferentes aspectos, pero insuficiente debido a la misma estructuración de la Ley 975 de 2005, todo en contra de los derechos de las víctimas, puesto que es el mismo Estado colombiano quien las está revictimizando, tal y como lo advertí desde un principio de forma pública“, dice el documento.

Tomado de Semana .Com

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