La Iglesia colombiana se prepara para facilitar la negociación entre el Gobierno de Petro y el ELN

 

El 7 de agosto, cuando arranque el nuevo Gobierno del presidente electo Gustavo Petro en Colombia, la Iglesia católica será una institución clave para cumplir una de sus metas. Al igual que otros candidatos presidenciales que estaban en la contienda, Petro considera necesaria una negociación de paz con la guerrilla del ELN, o Ejército de Liberación Nacional, un grupo armado que nació en los años sesenta y que arrastra varios intentos fracasados de diálogo. Para empezar este complejo proceso, Petro necesitará la ayuda de los curas y obispos del país.

“La iglesia siempre está dispuesta a colaborar en lo que tenga que ver con la construcción de la paz”, dice a EL PAÍS Monseñor Héctor Fabio Henao, un influyente obispo que ha participado en pasados procesos de paz y dirige la Pastoral Social de la iglesia. “Por ahora el presidente electo ha comentado en varias ocasiones que quiere nuestra participación, pero aún no hemos hablado de cómo sería la metodología o cómo sería el diálogo específicamente, estamos a la espera”.

En esta primera semana de julio, tres eventos apuntaron en esa dirección. Primero, el lunes, el ELN envió un comunicado diciendo que la guerrilla estaba “dispuesta a reanudar las conversaciones de paz con el nuevo Gobierno”, firmado por el comandante Antonio García. Al día siguiente, Petro dijo en la emisora W Radio que estaba dispuesto a un cese bilateral con el ELN y otros grupos armados, además de “negociaciones judiciales, en la mayoría de los casos, y de negociaciones políticas, en la minoría de los casos”. Y tercero, los 77 obispos que conforman la Conferencia Episcopal de Colombia se reunieron durante toda la semana, en asamblea, para discutir su rol frente al nuevo Gobierno. En la mesa de los religiosos estaba el tema del ELN.

“Tenemos que celebrar que hay una propuesta de un diálogo abierto, de un cese al fuego bilateral”, dijo allí Monseñor Omar Sánchez a la prensa, vicepresidente de la Conferencia Episcopal. “Hay una disponibilidad enorme [para apoyar el diálogo], se ha hecho desde mucho atrás y se hará hacia adelante todo lo que esté en condiciones la Iglesia”. Recordó que, en una visita reciente de los obispos al Papa Francisco —que también se reunió con Petro en febrero—, el pontífice los inspiró “a trabajar por la paz, en este caso concreto, desde el territorio”.

La Iglesia católica colombiana ha sido un actor clave facilitando diálogos de paz en los últimos gobiernos, lo que le da una experiencia valiosa para intentar una nueva negociación con el ELN, una guerrilla que ya se ha sentado cinco veces a negociar, infructuosamente. La Iglesia ha participado en procesos de paz al menos desde 1995, cuando se creó en el episcopado la Comisión de Conciliación Nacional, una iniciativa que tiene, entre varias funciones, apoyar una solución política negociada del conflicto colombiano. La Comisión fue presidida durante muchos años por el padre Darío Echeverri, quien ya se ha sentado en el pasado con el ELN.

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